Sophie bebió un trago del chocolate caliente que se acababa de preparar. Notó como bajaba por su garganta, dejándole una sensación de calor por todo su cuerpo. Eran más de las doce, el tic tac del reloj era el único sonido que Sophie había oído en todo el día. Decían que era una loca, pero no señores no, los locos eran ellos!

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