I've just seen a face,
I can't forget the time or place
That we'd just met, she's just the girl for me
And I want all the world to see we've met

Had it been another day
I might have looked the other way
But I had never been aware
And as it is I dream of her tonight
La, di, di, da di di

Falling, yes I am falling
And she keeps calling me back again






I have never known
The likes of this,

I've been alone
And I have missed things and kept out of sight
But other girls were never quite like this

Falling, yes I am falling
And she keeps calling me back again

I've just seen a face
I can t forget the time or place
And we'd just met, she's just the girl for me
And I want all the world to see we've met

Falling, yes I am falling
And she keeps calling me back again.






http://www.youtube.com/watch?v=SbKGsEK_T9g

"Happy" Christmas.


Nose por qué, en navidad todo el mundo se vuelve un poco cristiano, y un poquito más capitalista, también.
CLOSED UNTIL JANUARY

Derecho al delirio.


Milenio va, milenio viene, la ocasión es propicia para que los oradores de inflamada verba peroren sobre el destino de la humanidad, y para que los voceros de la ira de Dios anuncien el fin del mundo y la reventazón general, mientras el tiempo continúa, calladito la boca, su caminata a lo largo de la eternidad y del misterio.

La verdad sea dicha, no hay quien resista: en una fecha así, por arbitraria que sea, cualquiera siente la tentación de preguntarse cómo será el tiempo que será. Y vaya uno a saber cómo será. Tenemos una única certeza: en el siglo veintiuno, si todavía estamos aquí, todos nosotros seremos gente del siglo pasado y, peor todavía, seremos gente del pasado milenio.

Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea. En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:

el aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones; en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor; el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas; la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar; se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega; en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo; los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas; los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas; los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos; los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas; la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo; la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero; nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene; el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra; la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos; nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión; los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle; los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos; la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla; la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla; la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda; una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú; en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria; la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo; la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: «Amarás a la naturaleza, de la que formas parte»; serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma; los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar; seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo;

la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.



La cridada del metro a la llunyania. L'aire començava a adoptar un moviment diferent. La silueta del tren començà a fer-se més clara a mesura que m'apropava a la via. Amb un insoportable grinyol s'aturà, donant pas a infinitat de persones, distintes, però a la volta totes semblants. El llarg camí fins arribar a aquell nou món, on tots els meus problemes pareixien no existir, o almenys, no importar-me. Em vaig tombar a la gespa. Acariciava la meua guitarra. Cada un dels meus dits, abraçaven les cordes suaument... El rajos del sol reflexaven un paisaje d'esperança... Vaig tancar els ulls, i vaig somiar amb un món en on només hi haguera música i poesia.


Cuando estoy angustiada, me recluyo en el refugio. No hace falta viajar; me basta ir a las esferas de mi memoria literaria. Pues ¿qué distracción hay más noble, qué compañía más distraída, qué contemplación más deliciosa que la de la literatura?



Todas las familias felices se parecen, pero las desgraciadas lo son cada una a su manera.

Al vent, la cara al vent, el cor al vent, les mans al vent, els ulls al vent, al vent del món. I tots, tots plens de nit, buscant la llum, buscant la pau, buscant a Déu, al vent del món. La vida, ens dóna penes ja al nàixer és un gran plor. Però nosaltres, Al vent, la cara al vent, el cor al vent, les mans al vent, els ulls al vent, el vent del món.

Yeah, you know you got to help me out
Yeah, oh don't you put me on the blackburner
You know you got to help me out
You're gonna bring yourself down
You're gonna bring yourself down
Yeah, oh don't you put me on the blackburner
Yeah, you're gonna bring yourself down

Dret al deliri

Por fin llegó.

La verdadera novedad es la que no envejece, pese al tiempo.



Sin foto, libre a la imaginación.

En la oscuridad, apoyada sobre el respaldo de la silla, Sophie se dejaba llevar. Las gotas de lluvia luchaban por sobrevivir, deslizándose suavemente por el cristal. Ella se asomó a la ventana, descubriendo un cielo, lleno de recuerdos y melancolía. Le gustaba la lluvia. Le gustaba refugiar-se en su piso, escuchar su canto, sentirlo. Le hacía pensar en Gaspard, en su mirada, en sus ojos, es sus labios… Oyó el dulce cantar de un violín en la lejanía, y volvió a pensar en Gaspard.













Des yeux qui font baisser les miens
Un rire qui se perd sur sa bouche
Voilà le portrait sans retouche
De l'homme auquel j'appartiens

Quand il me prend dans ses bras,
Il me parle tout bas
Je vois la vie en rose,
Il me dit des mots d'amour
Des mots de tous les jours,
Et ça m'fait quelque chose
Il est entré dans mon cœur,
Une part de bonheur
Dont je connais la cause,
C'est lui pour moi,
Moi pour lui dans la vie
Il me l'a dit, l'a juré
Pour la vie
Et dès que je l'aperçois
Alors je sens en moi
Mon cœur qui bat

Des nuits d'amour à plus finir
Un grand bonheur qui prend sa place
Des ennuis, des chagrins s'effacent
Heureux, heureux à en mourir

Des nuits d'amour à en mourir
Un grand bonheur qui prend sa place
Les ennuis, les chagrins s'effacent
Heureux, heureux pour mon plaisir


Rebellion




Y tu, con esa enorme rebeldía, decidiste comerte el mundo. Olvidaste todo lo pasado y emprendiste un nuevo camino hacia la libertad. Pero sintiéndolo mucho, yo sabía que aquel día, el mundo ya tenía demasiada hambre para poder ayudarte.




Els seus cabells el temps ha tornat blancs. Les seves mans, nervioses i arrugades. Els seus cabells el temps ha tornat blancs, i un xic més trista la seva mirada.  S'estimen com jo voldria ser estimat, (si els costums que segueixo ho permeten). S'estimen com jo voldria ser estimat, quan la esperança comenci a estar seca.  I s'agafen les mans, els vells amants. I recorden, com ahir, les flors que van collir.  I s'agafen les mans els vells amants. Es miren i ho saben tot, no els cal dir res, cap mot.  On els vells viuen es va aturar el temps, amb el retrat que a la pared penja. On els vells viuen es va aturar el temps, després que es varem casar aquell diumenge.  La ràdio antiga i el rellotge gran i el cobretaula carregat de randes. La ràdio antiga i el rellotge gran, que encara sona d'hora en hora amb mandra.  I s'agafen les mans, els vells amants. I es bressolen cada nit com dos infants petits.  I s'agafen les mans els vells amants. I es pregunten: «Estàs bé? Avui no et fa mal res...?»  I per Sant Jordi ell li compra una rosa, embolicada amb paper de plata. I per Sant Jordi ell li compra una rosa, mai no ha oblidat aquesta data...  I pels carrers s'han perdut els amants. No tenen por, no tenen pressa. I pels carrers s'han perdut els amants, amb una flor i la seva tendressa...
I apaga la llum, i tanca els teus ulls, i escolta el silenci de l’habitació. I no tingues por, no et pense fer mal, només vull recórrer la pell del teu cos. Però no alces la veu, no faces soroll, no tinc altra forma de dir-te el que sent. I et bese en el coll, molt a poc a poc, et toque els cabells amb la punta dels dits. I et sent respirar, molt ràpidament, serà que et mossegue amb tendresa els mugrons. I comence a baixar, a baixar i a baixar, i observe com s’obri el teu sexe latent. Ja estic dins de tu, habite el teu cos, i et bese en la boca fanàticament...






Els meus ulls aquí


Quan el vent és l’antic amic
que davalla muntanyes per poder-te dur el seu bes
i en l’amor és brau i en el joc fidel
penso que he tingut sort de poder obrir els meus ulls aquí.

Quan el mar és l’antic amant
que et penetra les roques i amara la teva pell
i en l’amor és brau i en el joc fidel
penso que he tingut sort de poder obrir els meus ulls aquí.

Quan el temps... quan el temps...

Temps era temps, quan encara les bruixes
campaven dalt del campanar
i eren mestresses de nits i tempestes
amb línies de vols regulars.

Passeu nens, passeu, és com un guinyol,
ei, canta el gall, s’ha aixecat el teló,
acte primer, a poc a poc surt el sol.

La plana es desvetlla i el Montgrí fa un gran badall.

Temps de fileres de carros mandrosos
que anaven buscant l’horitzó,
temps de llonguet i la bossa de cuiro
per anar a l’escola, i "cara al sol",
temps de dir: "mossèn: fa més d’un mes
i no sé quants mals pensaments he tingut".

"Fes un promig, fes un promig".
Tocar les parts és un pecat, valga’m Déu,
deu mil inferns van cremant, valga’m Déu.
Ai, pels anys cinquanta la moral dins d’un bastó.
Temps de cinema a tres peles
amb dret a xiular pel retall el petó.

Mentre els avis practicaven llengües
amb els turistes dels contorns:
"Vus tiré tot druat
i després turas quilometres giré cap a la goix.
I ja ho trobareu, ja ho trobareu".
Veus com m’ha entès, el proper te’l fas tu.
Pssa, en francès qualsevol se’n surt.
Ai, pels anys cinquanta la saviesa dins el cor.

Quelques phrases...


Woody...

La diferencia entre la muerte y el sexo es que la muerte es algo que puede hacer uno solo y sin que nadie se ría después de ti.

¿Puede el hombre conocer el universo?, Dios santo, no perderse en Chinatown ya es bastante difícil.

De pequeño quise tener un perro, pero mis padres eran pobres y sólo pudieron comprarme una hormiga.

La última vez que estuve dentro de una mujer fue cuando visité la estatua de la Libertad.

Le quiero como a un hermano: como Caín a Abel.

Amélie...

Cuando un dedo apunta al cielo, el tonto mira el dedo.

—No, idiota. Está enamorada.
—Pero si no la conozco.
—Claro que la conoces. Desde siempre, en tus sueños.


Sin ti las emociones de hoy sólo serían las envolturas muertas de las del ayer.

La vida no es más que un interminable ensayo de una obra que jamás se estrenará.

Usted nunca será una hortaliza porque incluso las alcachofas tienen corazón.

La angustia por el paso del tiempo nos hace hablar del tiempo que hace.

Wilde...

A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.

No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.

Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo.

La única ventaja de jugar con fuego es que aprende uno a no quemarse.

La experiencia no tiene valor ético alguno, es simplemente el nombre que damos a nuestros errores.

Las preguntas no son nunca indiscretas. Las respuestas, a veces sí.

La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella.

Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más.

Que hablen de uno es espantoso. Pero hay algo peor: que no hablen.

La ambición es el último refugio del fracaso.

Ningún gran artista ve las cosas como son en realidad; si lo hiciera, dejaría de ser artista.


Soñadores...

La libertad no la regalan, hay que ganársela.

Vas demasiado limpia para ser alguien a quien le gusta el cine.

Antes de cambiar el mundo, tienes que aceptar que tú también formas parte de él.

-Oh! Estás borracho...

-Sí, lo estoy. Y tú preciosa. Pero por la mañana, yo estaré sobrio... y tú seguirás siendo preciosa.


La ciencia del sueño...

En los sueños las emociones resultan abrumadoras.

-¿Por qué yo?

-Porque todas las demás me aburren, porque tu eres diferente.

¡Anarquía al celofán!

El cerebro es la cosa más compleja, y está justo detrás de la nariz.

Blueberry night...


We're jamming
I wanna jam it with you,
We're jamming, jamming
And I hope you like jamming too

Ain't no rules, ain't no vow, we can do it anyhow
I and I will see you through,
'Cos every day we pay the price with a little sacrifice
Jamming till the jam is through.

We're jamming
To think that jamming was a thing of the past,
We're jamming, jamming
And I hope this jam is gonna last

No bullet can stop us now, we neither beg nor will we bow
Neither can be bought nor sold.
We all defend the right, JAH JAH children must unite
Your life is worth much more than gold.

We're jamming, jamming
We're jamming in the name of the Lord
We're jamming, jamming
We're jamming right straight from JAH

Holy mount Zion
Holy mount Zion
JAH sitteth in Mount Zion
And rules all Creation

Yeah, we're jamming, jamming
I wanna jam it with you
We're jamming, jamming
I'm jammed, I hope you're jamming too

Jam's about my pride and truth I cannot hide
Too Keep you satisfied.
True love that now exist is the love I can't resist
So jam by my side.

Mai 68


Bajo los adoquines, la playa.
Something in the way she moves, attracts me like no other lover. Something in the way she woos me. I don't want to leave her now, you know believe and how...


Reflexión sobre la vida.


Aparentemente, de vez en cuando los adultos se toman el tiempo de sentarse a contemplar el desastre de sus vidas. Entonces se lamentan sin comprender y, como moscas que chocan una y otra vez contra el mismo cristal, se inquietan, sufren, se consumen, se afligen y se interrogan sobre el engranaje que los ha conducido allí donde no querían ir. Los más inteligentes llegan incluso a hacer de ello una religión: jah, la despreciable vacuidad de la existencia burguesa! Hay cínicos de esta índole que comparten mesa con papá: «¿Qué ha sido de nuestros sueños de juventud?», preguntan con aire desencantado y satisfecho. «Se han desvanecido, y cuán perra es la vida...». Odio esta falsa lucidez de la edad madura. La verdad es que son como todos los demás: chiquillos que no entienden qué les ha ocurrido y que van de duros cuando en realidad tienen ganas de llorar.


Sin embargo, es fácil de comprender. El problema está en que los hijos se creen lo que dicen los adultos y, una vez adultos a su vez, se vengan engañando a sus propios hijos. :

[...]

Me pregunto si no sería más sencillo enseñarles a los niños desde el principio que la vida es absurda. Ello le robaría algunos buenos momentos a la infancia, pero permitiría que el adulto ganara un tiempo considerable (por no hablar de que uno se ahorraría al menos un trauma: el de la pecera).
En lo que a mí respecta, tengo doce años, vivo en la calle Grenelle, número 7, en un piso de ricos. Mis padres son ricos, mi familia es rica y por consiguiente mi hermana y yo somos virtualmente ricas. Papá es diputado, después de haber sido ministro, y sin duda llegará a ser presidente de la Asamblea Nacional y se pimplará la bodega entera del palacete de Lassay, sede de dicha Asamblea. Mamá. ..Pues bien, mamá no es lo que se dice una lumbrera pero tiene cierta cultura. Es doctora en letras. Escribe sus invitaciones para cenar sin faltas de ortografía y se pasa el tiempo dándonos la tabarra con referencias literarias ( «Colombe, no te pongas en plan Guermantes», «Tesoro, eres una verdadera Sanseverina» ).
Pese a ello, pese a toda esta suerte y toda esta riqueza, hace mucho tiempo que sé que el destino final es la pecera. ¿Que cómo lo sé? Pues porque da la casualidad de que soy muy inteligente. Excepcionalmente inteligente, incluso. No tengo más que compararme con los demás niños de mi edad para ver que nos separa un abismo. Como no me apetece mucho llamar la atención, y en una familia en la que la inteligencia se considera un valor supremo a una niña superdotada no la dejarían nunca en paz, en el colegio trato de hacer menos de lo que podría, pero aun así siempre soy la primera en todo. Hay quien podría pensar que resulta fácil hacerse pasar por alguien con una inteligencia normal cuando, como yo, a los doce años se tiene el nivel de una universitaria de una facultad de dificultad superior. Pero jno, en absoluto! Hay que esforzarse mucho por parecer más tonto de lo que se es.

Aunque, en cierta manera, este empeño no salva de morir de aburrimiento: todo el tiempo que no tengo que pasar aprendiendo y comprendiendo, lo empleo en utilizar el estilo, las respuestas, las formas de proceder, las preocupaciones y los pequeños errores de los buenos alumnos normales y corrientes. Leo todo lo que escribe Constance Boret, la segunda de la clase, en mates, lengua e historia, y así me entero de lo que tengo que hacer: en lengua, una serie de palabras coherentes y correctamente ortografiadas; en mates, la reproducción mecánica de operaciones desprovistas de sentido; y en historia, una sucesión de hechos ligados entre sí por conectores lógicos. Pero incluso si me comparo con los adultos, soy mucho más lista que la mayoría de ellos. Así son las cosas. No me siento especialmente orgullosa porque tampoco es que el mérito sea mío. Pero lo que está claro es que yo no pienso terminar en la pecera. He reflexionado mucho antes de tomar esta decisión. Incluso para una persona tan inteligente como
yo, con tanta facilidad para los estudios. tan diferente de los demás y tan superior a la mayoría de la gente, mi vida ya está toda trazada, lo cual es tristísimo: nadie parece haber caído en la cuenta de que si la existencia es absurda, lograr en ella un éxito brillante no tiene más valor que fracasar por completo. Simplemente es más cómodo. O ni siquiera: creo que la lucidez hace amargo el éxito, mientras que la mediocridad alberga siempre alguna esperanza.


He tomado pues una decisión. Pronto dejaré atrás la infancia y, pese ami certeza de que la vida es una farsa, no creo que pueda resistir hasta el final. En el fondo, estamos programados para creer en lo que no existe, porque somos seres vivos que no quieren sufrir. Por ello empleamos todas nuestras energías en convencernos de que hay cosas que valen la pena y que por ellas la vida tiene sentido. Por muy inteligente que yo sea, no sé cuánto tiempo aún podré luchar contra esta tendencia biológica. Cuando entre en el mundo de los adultos, ¿seré todavía capaz de hacer frente al sentimiento de lo absurdo? No lo creo. Por eso he tomado una decisión: al final de este curso, el día en que cumpla 13 años, el próximo 16 de junio, me suicidaré. Pero cuidado, no pienso hacerlo a bombo y platillo como si fuera un acto de valentía y un desafío. De hecho, más me vale que nadie sospeche nada. Los adultos tienen con la muerte una relación rayana en la histeria, el hecho adopta proporciones enormes, se comportan como si fuera algo importantísimo cuando en realidad es el acontecimiento más banal del mundo.

[...]

Desde hace un año, todos los meses le cojo a mamá un somnífero de la caja que guarda en su mesilla de noche. Se toma tantos que, de todas maneras, no se daría ni cuenta si le cogiera uno cada día, pero he decidido ser muy prudente. No hay que dejar ningún cabo suelto cuando se toma una decisión que es harto improbable que nadie comprenda. Uno no imagina la rapidez con la que la gente obstaculiza los proyectos a los que más apego se tiene, en nombre de tonterías del estilo de «el sentido de la vida» o «el amor a los hombres». Ah, y también: «el carácter sagrado de la infancia».


Así pues, me encamino tranquilamente a la fecha del 16 de junio y no tengo miedo. Tan sólo algún que otro pesar quizá. Pero el mundo tal y como es no está hecho para las princesas. Dicho esto, que uno tenga el proyecto de morir no quiere decir que hasta entonces tenga que vegetar como una verdura podrida. Antes al contrario. Lo importante no es morir ni a qué edad se,muere, sino lo que uno esté haciendo en el momento de su muerte. En los cómics de Taniguchi, los héroes mueren escalando el Everest. Como no tengo ninguna probabilidad de poder trepar al K2 o a las Grandes Jorasses antes del próximo 16 de junio, mi Everest personal es una exigencia intelectual. Me he puesto como objetivo tener el mayor número posible de ideas profundas y apuntarlas en este cuaderno: si nada tiene sentido, al menos que el espíritu se vea forzado a enfrentarse a tal situación, ¿no?

[...]

Pero en el mundo en el que vivo, hay menos poesía que en una choza de pescador japonesa. ¿ y os parece normal que cuatro personas vivan en cuatrocientos metros cuadrados cuando muchas otras, y entre ellas quizá incluso algunos poetas malditos, ni siquiera tienen una vivienda decente y se hacinan en grupos de quince en veinte metros cuadrados? Cuando este verano nos enteramos en las noticias de que unos africanos habían muerto porque se había incendiado el edificio insalubre en el que vivían, se me ocurrió una idea. Ellos, la pecera la tienen delante de las narices todo el día, no pueden escapar de ella a golpe de poesía. Pero mis padres y Colombe se imaginan que nadan en el océano sólo porque viven en un piso de cuatrocientos metros cuadrados atestado de muebles y de cuadros.


Entonces, el 16 de junio pienso refrescarles un poco esa memoria de sardinas que tienen: voy a prenderle fuego a la casa (utilizando pastillas de barbacoa). Ojo, no soy ninguna criminal: lo haré cuando no haya nadie (el 16 de junio cae en sábado, y los sábados por la tarde Colombe va a casa de Tibere, mamá, a su clase de yoga, papá, a su círculo y yo me quedo en casa), evacuaré a los gatos por la ventana y avisaré a los bomberos con el margen de tiempo suficiente para que no haya víctimas. Después me iré tranquilamente a dormir a casa de la abuela con mis somníferos.
Sin piso y sin hija quizá sí piensen ya en todos esos africanos muertos, ¿no?


(La elegancia del Erizo, Muriel Barbery.)


Free live


When the sun goes down de Artic Monkeys sonando en la radio... Más de 200 km recorridos. Cajas de pizza amontonadas y más de diez latas de cerveza vacías. El aire entraba por la ventana acariciándome el pelo, i mientras nos besábamos apasionadamente con el CAUSE HE´S A SCUMBAG, DON´T YOU KNOW de la canción...

Tranquil, no plores, perfavor no vull veure't així. Me'n vaig, però no per sempre. Mai oblidaré tots aquells moments que hem compartit, deixa'm la teua marca, per a que no m'oblide de tu. Vine, dona'm la mà, dibuixa una línia al meu rostre, així, cada volta que em mire a l'espill, sabré que tinc que continuar recte, i que tu estaràs ahí per mostrar-me el camí.

Et recordaré sempre, als meus somnis.

Sophie bebió un trago del chocolate caliente que se acababa de preparar. Notó como bajaba por su garganta, dejándole una sensación de calor por todo su cuerpo. Eran más de las doce, el tic tac del reloj era el único sonido que Sophie había oído en todo el día. Decían que era una loca, pero no señores no, los locos eran ellos!

Café del temps


Sophie no era una xica de les corrents, ni molt menys, ella tenia un do, un dels grans. Quan l’altra gent es conformaven amb existir, simplement això, ella es divertia observar els gestos de la gent quan parlaven.

Per exemple, quan es llevava pels matins, sa mare la despertava a crits i espentes. Qualsevol persona haguera pensat que ella actuava així perquè aquell matí s’havia despertat amb el peu esquerre. Pero ella no ho veia així, ho veia com una forma d’expressar tot el seu entusiasme a que no arribara tard al treball.

En realitat, mai s’havia plantejat independitzar-se. Pensava en sa mare, viuda ja feia tres anys. El seu marit se’n va anar a la guerra quan Sophie apenes tenia set anys. Ell li enviava cartes tots els mesos, recordant-li tot el seu amor, i quanta anyorança sentia a dintre.
Fins que un dia, sense cap raó, les cartes deixaren d’arribar, igual que l’alegria al cor de la dona. Va agafar una profunda depresió, i clar, va ser a la filla a qui li caigué el mort.

Sophie sabia que son pare s’havia fugat amb una dama francesa, i que varen recórrer tot el món, pero també savia que era millor seguir vivint en un somni.

Totes les vesprades, Sophie s’apropava al café més íntim de París, el seu nom era “Café del temps”. Mirava les parelles d’enamorats que se sentaven en aquells taules, acaramelats com estaven, quan l’amor fluia per les seues venes.
No obstant això, ella no anava precisament per això, sino que hi havia algú en especial que li alçava l’interés. Es tratava d’un xic, un d’eixos que no destaca entre la multitud d’un carrer, que passaria desapercebut fins i tot en un tram fantasma.

Sempre se sentava sol, sempre en la mateixa taula, amb el mateix periòdic, amb la mateixa xaqueta. Esa xaqueta que tan bien la quedava, i que particularment el definia, aquell color marró tan seu, i de ningú més.

Mai havia sentit la necessitat d’apropar-se a ell, i parlar-li, per tan sols escoltar-li la veu. Mai sobrepassava la línia d’aquella finestra, plena d’anuncis de tota classe, que li feien a Sophie va tindre que esforçar-se per veure més del normal.
Ella savia que ell notava la seua presència, encara que mai alçara el cap, com sol fer tot el món, quan se sent observat. No, él era distint, com ella. Entre ells dos fluia una força molt més potent que una simple mirada.

Pasaren els anys, Sophie va complir els vint, els vint-i-un, els vint-i-dos... Ella va seguir anant tots els dies, com cada vesprada, al café del temps... Aquell lloc, on els enamorats prenien café, on el xic de la xaqueta marró llegia el mateix periòdic, cada dia...

Fins que un dia, va ocòrrer el que Sophie més temia, el que faria que la seua vida canviara per complet.

Baixà amb pressa les escales del quart pis, fins arribar a baix. Girà a la dreta, va seguir recte... Es trobà amb el mateix anunci de sempre, sols que ara esta més groguenc que mai. Es disposà a asomar el cap al finestral, quan va veure que ell no estava allí, com cada dia. L’estrany es que allí seguia el seu periòdic, el seu café... encara que hi havia alguna cosa diferent a aquella taula. Algú havia deixat un pamflet allà damunt, que des de on Sophie estava, era imposible de llegir.
Ella es va armar de força, havia de fer-ho... tenia que entrar ahí, descobrir, perquè hui, i perquè no demà, o mai... No es podien quedar les coses així, alguna explicació havia d’haver.

Sophie començà a caminar, girà a la dreta, i per fi va veure aquella porta, una porta que no s’havia atrevit a mirar en molt de temps, i una porta que no s’imaginava que li donara tanta por. Alçà la mà, girà el pom cap a un costat, i empuixà amb decisió cap a davant.

Quan va entrar, va veure una cosa que la va deixar molt confusa, allí no hi havia ningú. Ni cambrers, ni café, i tampoc enamorats amb el seu amor, tot pareixia estar mort. No hi havia ja taules, tan sols permaneixia allí, la taula que a Sophie més li agradava, aquella tan especial, amb els seus corresponents tresors.

S’encaminà cap a ella, amb la fi de poder llegir aquell pamflet, es va sentar en aquella cadira, tan envellida com tot el que la rodejava, que va cruixir en quant ho va fer.

Examinà per un moment, tot el que havia plenat les seues vesprades de pasió, i li havia donat un sentit a la seua vida. En aquell pamflet, només hi havia una promoció de viatges a les illes de pasqua, que ja feia sis anys que caducà.

Ella es va desesperançar per complet, pero no s’anava a rendir, savia que era una senyal, i tenia que intentar-ho, si no s’anava a arrepentir per sempre.

Anà a sa casa, li va deixa una nota a sa mare baix la porta:

“Mamà, he anat a trobar-li un sentit a la meua vida, pot ser tarde un poc,
T’estima, Sophie”

Agafà el primer vol amb destí a Chile. Va ser un llarg viatge, però perfi l’avió aterritzà. Sophie baixà a terra firme. Es va trobar a una multitud de gent enfeinada, la que solia veure pel carrer, aquella gent que sempre està.

Ja faltava menys per arribar a la seua meta, era tan fàcil com agafar un vaixell, cap a eixe lloc que anunciava el pamflet, amb les seues històries...
Quan arribà al port, agafà el primer vaixell que s’apropà, al intentar pujar, se li va caure el pamflet al mar, ja que el duia damunt tot el viatje.

Tardaren hores en arribar, va ser un viatge realment dur. Quan arribaren Sophie es llançà per damunt de la gent. Estava ansiosa per tornar a veure’l, veure els seus gestos, els seus artilugis, la seua xaqueta...

Però allí no hi havia ningú, ningú excepte la gent corrent. En el fons del seu cor, ella savia que açò anava a passar, pero no va perdre l’esperança. Pasaren els dies, i ningú va aparéixer.

Sophie es parà a pensar en tot el que havia succeït, en com havia pogut fer tot allò per una sola persona, que pot ser no s’havia percatat de la seua existència mai.

Va eixir a donar un passeig, ja que havia gastat tots els seus estalvis en aquest viatge. Va observar les famoses figures de l’illa de pasqua, eren tan peculiars, Sophie es preguntava la seua procedència.

Es va sorprendre al no veure a ningú allí. Va decidir anar en busca de mar, i sentar-se en l’arena per a relaxar-se una estona. Caminà durant hores, fins que va descobrir una platja deserta, perfecta per poder pensar. Allí va trobar un home sentat a la vora de la mar.

S’apropà per a parlar amb ell, així almenys podria relacionar-se amb algu amb el transcurs del temps. S’asegué al seu costat i començà a contar-li la seua història, pero a aquell home no pareixia interessar-li massa.

Mentre contava les seues experiències, es percatà de que feia allí, de qui era aquell home, de aquell aroma tan especial, que se podria diferenciar a més de mil kilòmetres de distància.

No savia que fer ni que dir, tan sols esperava una resposta seua, algún gest, alguna cosa.

Sophie es trobà en aquell café, observant per aquella finestra, amb aquell interés...

De sobte, el xic de la xaqueta marró alçà la mirada, per a posar-se eternament als ulls de Sophie.



The last concert.

El útlimo concierto de los Beatles en la fachada de "Apple".














"HABLÁBAMOS DE PAZ Y AMOR, pero estamos lejos de sentir esos sentimientos" declaró Paul por esas fechas.

Yesterday...

"Todo empezó un frío día de enero de 1969: The beatles estaban sentados en una sala de grabación aún más fría de los Estudios Twickenham, de Londres. Estaban en compañía de las últimas persona a las que querían ver en el mundo: los propios Beatles. Llevaban días intentando escribir y editar nuevo material para un concierto en directo que ya estaba firmado (y que sería el primero que darían desde 1966), pero las cosas no funcionaban"...

Revista Rolling Stones (Especial Rolling) La separación de los Beatles.

Es muy fácil escribir sin más, pero lo más díficil de este mundo es encontrar la obra maestra de tu vida, la libertad de hacer lo que te de la gana.




Me gusta observar los rostros de la gente mientras se entretienen mirando la película.

No puc deixar de pensar en allò que una volta em vas dir. Una gran part de la meua existència s'ha dedicat a trobar-li sentit a aquest interrogant. Encara recorde aquells temps, es podria dir que van ser els millors de la meua curta vida. On res era tot i viceversa.

En el meu cap hi havien infinitat de pensaments, somnis i emocions que pot ser mai vaig acomplir.

Després d'acò, després d'haver sentit per fi totes aquestes experiències, només et puc dir que ha valgut la pena i que potser fa més de trenta anys que no sé res de tu.

Probablement, ja només siga un petit record al teu subconscient.

No sé... tenia la necesitat de fer una cridada al vent per a que em tornes a recordar, com aquella persona que vaig ser, i que pot ser, prompte se'n anirà.

Un despertar del que realmente nunca desperté, como un sueño al que nadie se podía resistir, incluso los que se tacharon de morales. Un silencio, sólo interrumpido por el alegre cantar del gorrión que se posó en la rama de un árbol y juró quererlo hasta la eternidad. ¿Eternidad? Nadie sabe lo que es eso. Hay miles de cosas que la humanidad aterra sólo por el simple hecho de no haberlo sentido nunca. Dejemos de creernos superiores, sólo lo podremos creer, cuando hayamos sentido todas y cada una de las sensaciones que nos ofrece el mundo.


Rubber Soul.

No tengo ganas de encontrarme con cualquiera.

Usted nunca será una hortaliza porque incluso las alcachofas tienen corazón.Añadir imagen

Si él se conmueve, dedicará su vida a ayudar a los demás. Si no... pues nada.






La belleza que atrae, rara vez coincide con la belleza que enamora.

Amélie prefiere soñar, hasta que tenga edad para dejar la casa.

No son buenos tiempos para los soñadores.